UN CUENTO DE TERROR PARA NIÑOS
por Martín Morales
Michael Dougherty, director de una gran película títulada "Trick or Treat", creó en "Krampus" un relato basado en el mítico personaje que no se ahorra delirios, fantasías, buenas dosis de sustos y una bizarra locura que no tiene miedo de entrar en el ridículo y salir victorioso. Un hermoso cuento de terror para niños.
Max no soporta a su familia y mucho menos a aquellos que aparecen solo para navidad y que aparentan ser algo que no lo son. Es por eso que destruye su carta para Santa Claus y la tira por la ventana. Ni él ni su familia se esperaban las consecuencias de esa inocente actitud del niño. Despertaron al Krampus, la sombra de Papá Noel. Con sus ayudantes, la criatura tiene un solo objetivo: asesinar a toda la familia.
Lo primero que llama la atención de este film es el tono festivo con el que Dougherty decidió llevar adelante la narración. La presentación de los títulos iniciales y los primeros quince minutos de relato parecen sacados de alguna comedia de la década de los noventa, con música navideña clásica, enredos familiares y un protagonista que debe lidiar con la verdad sobre Santa Claus. Pero, y con una magnífica secuencia en la que se lo ve al villano saltando de techo en techo por el barrio, la película empieza a entrar en riconces más oscuros. Eso sí, nunca pierde el delirio ni el tono cómico del comienzo.
Hay muchas reminiscencias del cine de Joe Dante en el uso de las marionetas y en los juguetes que van cobrando vida y asesinando a la familia. Tiene también algo de "Evil Dead 2" (las galletitas de jengibre) y mucho de la propia marca personal del director. La locura nunca frena y cada nueva situación se vuelve más bizarra que la anterior. "Krampus" encuentra su belleza en aquellos momentos en los que se juega con el absurdo y con el no conocer demasiado a la figura villana que le da nombre a la película. Una vez que el demonio aparece y el espectador puede verle la cara todo pierde un poco de magia y de sorpresa, al igual que el ingreso desaforado de los duendes.
Los efectos especiales son muy buenos, al igual que el uso de máscaras y maquillaje para crear los distintos personajes secundarios. El diseño del Krampus se disfruta más de lejos que en los primeros planos. El demonio tiene un perfil escalofriante y el director lo aprovecha para llevar adelante muy buenas escenas de suspenso.
"Krampus" tiene un poco de todo. Es una película navideña; es un cuento de terror que tiene algunos golpes de sonido para asustar al espectador; posee un delirio visual y narrativo desordenado y muy valioso; las actuaciones son buenas; y tiene un final que cierra de manera magnífica el relato. Una buena y bizarra experiencia que al publico mayor le traerá muy buenos recuerdos de un tipo de cine que lamentablemente ya no se hace con continuidad.
Max no soporta a su familia y mucho menos a aquellos que aparecen solo para navidad y que aparentan ser algo que no lo son. Es por eso que destruye su carta para Santa Claus y la tira por la ventana. Ni él ni su familia se esperaban las consecuencias de esa inocente actitud del niño. Despertaron al Krampus, la sombra de Papá Noel. Con sus ayudantes, la criatura tiene un solo objetivo: asesinar a toda la familia.
Lo primero que llama la atención de este film es el tono festivo con el que Dougherty decidió llevar adelante la narración. La presentación de los títulos iniciales y los primeros quince minutos de relato parecen sacados de alguna comedia de la década de los noventa, con música navideña clásica, enredos familiares y un protagonista que debe lidiar con la verdad sobre Santa Claus. Pero, y con una magnífica secuencia en la que se lo ve al villano saltando de techo en techo por el barrio, la película empieza a entrar en riconces más oscuros. Eso sí, nunca pierde el delirio ni el tono cómico del comienzo.
Hay muchas reminiscencias del cine de Joe Dante en el uso de las marionetas y en los juguetes que van cobrando vida y asesinando a la familia. Tiene también algo de "Evil Dead 2" (las galletitas de jengibre) y mucho de la propia marca personal del director. La locura nunca frena y cada nueva situación se vuelve más bizarra que la anterior. "Krampus" encuentra su belleza en aquellos momentos en los que se juega con el absurdo y con el no conocer demasiado a la figura villana que le da nombre a la película. Una vez que el demonio aparece y el espectador puede verle la cara todo pierde un poco de magia y de sorpresa, al igual que el ingreso desaforado de los duendes.
Los efectos especiales son muy buenos, al igual que el uso de máscaras y maquillaje para crear los distintos personajes secundarios. El diseño del Krampus se disfruta más de lejos que en los primeros planos. El demonio tiene un perfil escalofriante y el director lo aprovecha para llevar adelante muy buenas escenas de suspenso.
"Krampus" tiene un poco de todo. Es una película navideña; es un cuento de terror que tiene algunos golpes de sonido para asustar al espectador; posee un delirio visual y narrativo desordenado y muy valioso; las actuaciones son buenas; y tiene un final que cierra de manera magnífica el relato. Una buena y bizarra experiencia que al publico mayor le traerá muy buenos recuerdos de un tipo de cine que lamentablemente ya no se hace con continuidad.
CALIFICACION: 6/10
