VEO GENTE MUERTA. ¿OTRA VEZ?
por Martín Morales
En 1999 M. Night Shyamalan dirigió "Six Sense" ("El Sexto Sentido"), película de terror en la que un niño tenía la habilidad de ver gente muerta que lo ayudaban a resolver un crimen pasado. Pese a que tampoco fue una idea original, la cinta funcionó como fuente de inspiración para una incontable cantidad de guionistas. "Backtrack", lamentablemente, se asemeja demasiado a dicho film y posee muchos giros narrativos que fueron explorados en otras mejores oportunidades.
Peter es un psicoanalista que perdió a su hija en un accidente y que un día empieza a ver el fantasma de una niña llamada Elizabeth Valentine. Dichas visiones se vuelven cada vez más recurrentes y más perturbadoras. Es tiempo de resolver un enigma pasado que lo involucra y que su memoria decidió olvidar.
Este film posee un diseño de producción hermoso. Es un cuento de fantasmas que estéticamente está muy logrado, con una fotografía detallista, una iluminación que encaja a la perfección con el estilo de narración y una gama de colores marrones y azules que le aportan mucho suspenso a la historia. A su vez, es un film que funciona cuando tiene que asustar. Pese a que no es una película de terror, tiene algunos condimentos y golpes de sonido que harán saltar de sus butacas al espectador. Vale la pena destacar que dichos sustos quedan descolocados de la narración.
El guión es el principal inconveniente aquí, no solo en algunos diálogos que no poseen mucho sentido ni profundidad, sino en cómo se van desarrollando y resolviendo algunos conflictos. El film depende mucho de los giros narrativos, basados en cómo el protagonista va recordando detalles de lo sucedido en el pasado. Los primeros treinta minutos están muy bien escritos, ya que hay homogeneidad entre el suspenso y el misterio por saber qué es lo que está sucediendo. Pero, mientras los minutos van pasando y esas preguntas se van respondiendo todo va entrando en terrenos ya vistos muchas veces en el género y se regala un final que destruye los perfiles de los personajes.
Adrien Brody no está mal, pero su inexpresión en varias secuencias logra que su personaje no sea del todo creíble. Sam Neil, algo así como la reencarnación del personaje de Bruce Willis en "Six Sense", le aporta seriedad a su rol.
"Backtrack" estéticamente es un acierto, pero dicho triunfo visual no va acompañado por un relato interesante, original ni redondo. Una propuesta que tiene algunos escalofríos, pero que en su segunda mitad no hace más que repetirse a si misma.
Peter es un psicoanalista que perdió a su hija en un accidente y que un día empieza a ver el fantasma de una niña llamada Elizabeth Valentine. Dichas visiones se vuelven cada vez más recurrentes y más perturbadoras. Es tiempo de resolver un enigma pasado que lo involucra y que su memoria decidió olvidar.
Este film posee un diseño de producción hermoso. Es un cuento de fantasmas que estéticamente está muy logrado, con una fotografía detallista, una iluminación que encaja a la perfección con el estilo de narración y una gama de colores marrones y azules que le aportan mucho suspenso a la historia. A su vez, es un film que funciona cuando tiene que asustar. Pese a que no es una película de terror, tiene algunos condimentos y golpes de sonido que harán saltar de sus butacas al espectador. Vale la pena destacar que dichos sustos quedan descolocados de la narración.
El guión es el principal inconveniente aquí, no solo en algunos diálogos que no poseen mucho sentido ni profundidad, sino en cómo se van desarrollando y resolviendo algunos conflictos. El film depende mucho de los giros narrativos, basados en cómo el protagonista va recordando detalles de lo sucedido en el pasado. Los primeros treinta minutos están muy bien escritos, ya que hay homogeneidad entre el suspenso y el misterio por saber qué es lo que está sucediendo. Pero, mientras los minutos van pasando y esas preguntas se van respondiendo todo va entrando en terrenos ya vistos muchas veces en el género y se regala un final que destruye los perfiles de los personajes.
Adrien Brody no está mal, pero su inexpresión en varias secuencias logra que su personaje no sea del todo creíble. Sam Neil, algo así como la reencarnación del personaje de Bruce Willis en "Six Sense", le aporta seriedad a su rol.
"Backtrack" estéticamente es un acierto, pero dicho triunfo visual no va acompañado por un relato interesante, original ni redondo. Una propuesta que tiene algunos escalofríos, pero que en su segunda mitad no hace más que repetirse a si misma.
CALIFICACION: 4/10
